En el marco del Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Mamas, que también podría conmemorarse durante todo el mes de octubre, Buen Santa Fe dio a conocer la historia de Virginia Ruscitti, quien "con entereza" superó la enfermedad. Sin embargo, relató el giro que implementó su vida no solo al recibir el diagnóstico, si no también una vez de haber dejado atrás el padecimiento.
"En el 2016, en un control de rutina, me hacen una mamografía y una ecografía mamaria ve que hay un nódulo chiquito y profundo y me dijo que le iban a tener que hacer una punción. Me corrió un frío por el cuerpo: pensé que iba a estar todo bien. Ahí fue cuando comenzó todo: se determinó que era maligno, que me tenían que operar. La doctora me explicó todo, cómo iba a ser proceso. Y que tenía cáncer de mamas", comenzó relatando Virginia.
A partir de eso, realizó un trabajo interno que terminó ayudándola. "La palabra cáncer tiene muy mala prensa, nadie está esperando que te den ese diagnóstico. Lo que aprendí es que hay que desmitificar esa palabra, aprender a nombrarla y convivir con ella. Si es tomado a tiempo, hay probabilidades de que te puedas curar. Hay una vida más linda y hermosa que la que tenías anteriormente: algo te tiene que enseñar. Algo no estabas haciendo bien. Es importante afrontarlo con entereza. Y hacerse el autoexamen y control. Es importante hacerlos".
En este sentido, puntualizó que "es importante llevar una vida sana, la actividad física también. Ayer estábamos en una charla y una doctora nos decía que, a lo largo de tu vida y hasta los 80 años, ocho de cada diez mujeres pueden transitar el cáncer de mamas. Hay un bolillero en el que te puede tocar y puede ser por factores genéticos o no. Yo no tengo antecedentes en mi familia y fui la primera".
"En nuestro país hay entre 5000 y 6000 que mueren al año por cáncer de mama por gente que, a lo mejor, no es tratado a tiempo. Otra cosa importante a destacar es que los hombres también pueden tener. No es algo exclusivo de las mujeres. Se tendría que hacer un autoexamen y nota algo raro, tendría que hacer una consulta porque hay hombres que padecen la enfermedad", añadió.
Por otro lado, contó cómo llegó a integrarse al grupo Chicas Pink. "Cuando estaba transitando la enfermedad, vi que había chicas que remaban en Buenos Aires. Me gustó la idea, cuando tuve el alta médica vi si había algún grupo en Santa Fe. Me contacté con un gurpo de chicas que se estaba formando, empezamos a actividad de remo y concientización y formamos el grupo Chicas Pink Santa Fe: nos convertimos en Asociación Civil en 2019, obteniendo nuestra personería jurídica. Hacemos dos actividades: remar y concientizar. Este año obtuvimos el bote dragón, recomendado para las chicas recuperadas de cáncer de mamas. Se hace en equipo, son 10 chicas que están paleando en conjunto. Y dos personas más en los extremos del bote".
"El transitar la enfermedad es un momento duro. Uno saca fuerzas de donde no tiene y la idea es afrontar cosas que ni te imaginabas. Vas aprendiendo y una vez que terminaste de transitarla, te dan el diagnóstico de que estás bien, curada, es como como una segunda oportunidad. Un recomenzar", cerró.
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