Dos grandes del tenis mundial, armaron una gran final. Wimbledon no podrá olvidar esta definición entre Djokovic y Federer. La ganó el serbio, pero pudo ser del suizo. Fue la final más larga de la historia en este certamen.
Llegaron a 12-12 en el quinto set, por lo que el partido se definió en tie-break, algo que nunca había ocurrido en una final de Grand Slam.
El número uno del mundo se impuso en cinco sets: 7-6; 1-6; 7-6; 4-6 y 13-12.
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