Un asador de pollos y comidas para llevar llamado La Cocinera, en San Javier, España, debió cerrar sus puertas por un caso de coronavirus.
En el local trabajaba una persona que había dado positivo en covid. Según indican fuentes cercanas al caso, seguía en su puesto después de haber sido diagnosticada. La Policía ha levantado un acta de sanción a los responsables del negocio.
«Todas las personas que hayan acudido a este establecimiento en los últimos días deberán ponerse en cuarentena, contactar telefónicamente con su centro de salud y seguir las indicaciones de los médicos», aconsejan desde la Policía Local, que detalla que el cierre es una medida «cautelar».
Fue una llamada la que alertó de lo que estaba pasando: había una persona en su puesto de trabajo, sin guardar cuarentena, pese a haber sido informada de que estaba infectada. Como la llamada aportó datos que daban credibilidad, la Policía se puso manos a la obra para comprobar si lo que ahí se decía era cierto. Agentes se personaron en el lugar y hablaron con la persona afectada, una mujer, que admitió que estaba contagiada, pero que tiene dos hijos a su cargo y no podía dejar de trabajar. En cuanto al dueño del negocio, aseguró que no sabía que su empleada estaba contagiada, apuntan fuentes próximas.
Fuente: La Opinión de Murcia
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