Portada #NOTIPER  |  18 julio 2019

Hilos conectados al cerebro para descargar contenido digital

Parador en Red

Neuralink, una de las compañías que financia Elon Musk busca implantar pequeños hilos en el cerebro humano que permitirían, el día de mañana, controlar dispositivos o navegar con la web con el pensamiento. Esto podría servir a nivel terapéutico, y también podría tener otro usos. se podría utilizar para comunicarse telepáticamente con otras personas o incluso para "descargase" un contenido digital en el cerebro. Sí, suena digno de ciencia ficción, pero ese podría ser el futuro. Musk contó que ya se hicieron pruebas en ratas donde se logró implantar, por medio de cirugía, pequeños hilos que, por medio de sensores, recopilan información de la materia gris del cerebro. Esos datos son transmitidos a un pequeño chip receptor de cuatro milímetros ubicado en la superficie del cráneo. La cirugía estuvo a cargo de un robot que funciona como si fueran "máquinas de coser". La máquina cuenta con lentes de alta gama y software de visión computarizada que le permiten mirar dentro de los agujeros perforados en el cráneo para colocar con precisión lo cables o hilos, que son un cuarto del año del cabello humano y que están atados a electrodos. Según la compañía, el robot logró realizar con éxito esta delicada intervención (evitando dañar vasos sanguíneos y la formación de cicatriz) un 87% de las 19 cirugías con animales que realizó. Tanto Musk como los investigadores involucrados en esta tecnología aclararon que hicieron las pruebas de manera cuidadosa, para no dañar a los animales. Dijeron que desearían no tener que emplear animales pero explicaron que fue parte de un proceso y que lo hacen porque entienden que eventualmente esta tecnología podría representar un gran avance para la humanidad. El paso siguiente ES conseguir la aprobación de la Administración de Drogas y Alimentos de EE.UU (FDA) para comenzar los ensayos clínicos en seres humanos, el año próximo. La idea es perforar cuatro agujeros de 8 mm en los cráneos de pacientes paralizados para insertar implantes que les permitan controlar smartphones y computadoras con sus pensamientos. Como se mencionó anteriormente, los sensores unidos a los microhilos registrarían la actividad cerebral que sería luego transmitida al implante en la base del cráneo y de allí a una computadora o lo que fuese.

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