Durante la etapa de pandemia, una buena parte de la sociedad que ya venía golpeada por la crisis económica terminó por sucumbir. Otra parte, ingresó en una fase no tan preciada. Por eso, la asistencia a comedores barriales se ha multiplicado y, por ende, los recursos deben ser mayores. El merendero “Rosa Dorada”, de Barranquitas Sur busca colaboración para seguir atendiendo a una gran cantidad de vecinos.
“Tengo un comedor en mi casa. Es todo a pulmón: trabaja mi hija, vecinos. Dejamos, porque no había plata. Ayudaban, nos dejaron de ayudar y ahora gracias a dios volvieron a ayudar. Ahora preparamos la comida los fines de semana y tres veces la leche”, comenzó diciendo Rosa, en diálogo con Buen Santa Fe.
Además, contó que atienden “como a 180: por ahí vienen más, por ahí menos”. Para esto, trabajan “cinco mujeres, todas mis hijas. Por ahí vienen mis nietos varones a ayudarme. Todas nos ayudan. Pero necesitamos que nos ayuden un poco más”.
En cuanto a los requerimientos específicos, Rosa detalló: “lo que más necesitamos es carne y mercaderías. Está duro para comprar leche. Ahora empezamos a hacer pancitos nosotros. Pero es poco lo que tenemos. Lo hacemos tirar, son muchas las personas. Es para familias, no solo para chicos solos”.
Y finalizó: “si alguien por ahí tiene un anafe. Yo ahora estoy cocinando en mi cocina, pero es chica. Ropa, zapatillas, lo que venga, bienvenido sea para repartir”.
Dirección: Juan del Campillo y Lamadrid
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